La Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO) ha elaborado un “Decálogo de la Distribución Urbana de Mercancías” para ordenar un sector que crece cada día de la mano del boom del e-commerce. El Decálogo elaborado por el lobby de la logística pretende “sentar las bases de un reparto sostenible y eficiente en la ciudad” y servir de guía para los ayuntamientos en el diseño de sus ordenanzas municipales, hoy, incontables y, a menudo, contradictorias entre sí. Según UNO, es fundamental para el sector y para la regulación de actividades en las ciudades “el desarrollo de normativas y ordenanzas supramunicipales de carácter armonizado que eviten que ayuntamientos próximos tengan políticas en ocasiones contradictorias sobre el reparto en la ciudad”.
De paso, UNO pretende regular las plataformas de economía colaborativa para que todas las empresas que envían y entregan paquetes o mercancías “cumplan idénticas obligaciones y compitan en igualdad de condiciones”. “Esta medida reduciría la creciente competencia desleal que sufre el sector, disminuiría el intrusismo y, lo más importante, aumentaría la seguridad y las garantías para el consumidor final”, asegura el secretario general de de UNO, Francisco Aranda. De hecho, ya hoy hay plataformas que permiten a particulares convertirse en mensajeros ocasionales aprovechando, por ejemplo, el desplazamiento desde su casa al trabajo, del mismo modo que pueden alquilar habitaciones a turistas, hacer de taxistas eventuales o ceder el uso de su coche como cualquier Rent-a-car pero sin pagar impuestos ni licencias.
Entre otras medidas, el “Decálogo de la Distribución Urbana de Mercancías” propone un registro de los vehículos que realizan distribución urbana de mercancías para tener datos exactos de cuántos vehículos y de qué tipo circulan por la ciudad para repartir paquetes o suministrar mercancía a los comercios.
Asimismo, la organización reclama un plan de ayudas específicas para la renovación de flota e instrumentos de financiación para adquirir vehículos ecológicos, así como favorecer la distribución de mercancías a comercios y restaurantes en horario no convencional, flexibilizar las restricciones de entregas en las áreas de protección especial o mejorar la gestión de las zonas de carga y descarga de manera que se favorezca la movilidad dentro de las ciudades.