La crisis económica y la austeridad presupuestaria han cambiado el mapa de las ONG y del trabajo solidario en España. La sequía crediticia de los bancos tampoco ha ayudado mucho a las organizaciones sin ánimo de lucro o a las plataformas ciudadanas creadas, generalmente, con fines de sensibilización, movilización e incidencia política. Sin embargo, Internet y la fuerza de lo colectivo ponen hoy a disposición de las organizaciones sociales herramientas de financiación que permiten trabajar a esas entidades con libertad y, a menudo, con toda profesionalidad. Sigue leyendo y te contamos algunas de estas alternativas para seguir financiando el trabajo solidario o cualquier iniciativa de activismo.
El crowdfunding es sin duda la herramienta de e-funding más conocida. Hace dos años, los clubes sociales de cannabis crearon un lobby en torno a la plataforma Regulación Responsable para abrir un debate que conduzca a la legalización de la marihuana al modo de Uruguay o de Holanda. La plataforma la componen abogados, sociólogos, antropólogos, educadores, médicos, agrónomos o periodistas, pero, sobre todo, tiene detrás a los 800 clubes de cannabis que existen en España, un fenómeno que no tiene parangón en ningún otro país de Europa, incluida Holanda, donde la marihuana puede fumarse sin problemas en sus famosos “coffee shops”
Porque detrás de esos 800 clubs de fumadores están sus casi 200.000 socios (buena parte de ellos son también autocultivadores). También engrosan la base social de la iniciativa los pacientes de cáncer y otras enfermedades que usan marihuana con fines terapéuticos, los médicos “prescriptores” de este tipo de terapias, activistas, investigadores, defensores de los derechos civiles o expertos en drogas. Entre todos, conforman un movimiento numeroso pero poco estructurado que hasta ahora apenas ha conseguido abrir el debate social sobre la legalización de las drogas blandas. Y tampoco dispone de muchos recursos para hacer un lobby continuado y profesional.
“La pelota está en la mesa de los partidos -explicaba en 2015 Bernardo Soriano, abogado del bufete S&F y miembro de Regulación Responsable-. Comenzaremos una campaña de crowfounding para incidir políticamente en esa regulación. Vamos a contratar un equipo de lobby profesional y en breve se presentará una propuesta muy seria para abrir el debate. Todos saben que la regulación va a llegar, tenemos que presionar para que empecemos a hablar ya”. Bendito crowdfunding….
Compra con corazón
Helpfreely.org es una vía para apoyar económicamente a la ONG que elijas sin que a ti te cueste un céntimo. Cuando los usuarios de Helpfreely.org compran por Internet en alguna de las tiendas solidarias de la plataforma (y hay más de 6.000 “tiendas solidarias” actualmente), se generan donaciones -cada marca elige qué porcentaje de la compra dedica a proyectos solidarios- que serán distribuidas a las asociaciones que el usuario elija. Sólo hace falta crear previamente un registro de usuario en la web de la plataforma (www.helpfreely.org) o, más fácil aún, bajarse la aplicación para Chrome y Firefox que sólo se activa cuando estés haciendo una compra en alguna de esas miles de tiendas on line solidarias. La fundación, por cierto, llama a sus usuarios “héroes” porque “simplemente con añadir un clic extra en su proceso de compra, son capaces de contribuir a hacer realidad miles de proyectos solidarios”.
El sistema está pensado para ONG, pero también puede funcionar para luchas ciudadanas siempre que detrás haya alguna ONG. Sólo hay que escribir al correo de la fundación (info@helpfreelyfoundation.org), proponer a la ONG como “entidad beneficiable” y, en pocos días, estará en la lista. La Help Freely Foundation, por cierto, ha sido impulsada por el pionero del marketing on line y filántropo Guillaume Renault y tiene su sede en España, concretamente, en Las Palmas de Gran Canaria.
“Es muy importante para el éxito de una campaña de financiación -advierte Sara Carreras, responsable del proyecto para España- la implicación de la asociación en el proyecto, dar a conocer entre sus seguidores, en redes sociales, en sus boletines esta fórmula de financiación a través de un par de clics”.
Vende tus datos… por una buena causa
Las redes sociales, los buscadores de Internet, los servicios web “gratuitos” o las aplicaciones para smartphones se han convertido en archivos cargados de información personal que es rastreada y empaquetada en grandes bases de datos supersegmentadas para que las empresas más avanzadas en marketing on line vendan sus productos en todo el mundo y con más facilidad que nunca. Se calcula que, sólo durante 2014, Facebook ganó siete euros por cada uno de sus 1.230 millones de usuarios gracias a la información que vendió a sus anunciantes. Todo legal, por cierto, ya que al abrir una cuenta de Google, Facebook, Twitter o Yahoo, aceptamos sus términos y condiciones aunque prácticamente nadie se tome el trabajo de leer esto.
Reflexionando acerca de esta cesión masiva de la privacidad que genera grandes beneficios a unos pocos, surgió en Madrid Verdidata, un servicio que recopila la información personal que nosotros queramos ceder para elaborar bases de datos que la empresa pueda vender a anunciantes con el interés de que el beneficio generado se destinará a ONG o proyectos sociales, como podría ser la campaña de Regulación Responsable.
¿Y cómo funciona Verdidata? Sus técnicos recolectan, analizan y procesan datos con el fin de seleccionar al cliente adecuado y hacerle llegar la publicidad personalizada según los criterios que indique cada empresa, todo ello, sin incluir información que te identifique de forma personal. La información “cedida” sería algo así como ” mujer de 25 años, de Madrid, a la que le gusta la moda” y sólo se vende si el anunciante acepta las normas de publicidad de Verdidata.